Es por una suba en tributos del sector y los biocombustibles que las compañías tienen que incluir en sus productos.
Desde la medianoche de este sábado comenzó a regir el nuevo cuadro tarifario de los combustibles ya que las petroleras aplicaron un incremento de entre el 1,5% y el 2,5% por una suba en tributos del sector y los biocombustibles que las compañías tienen que incluir en sus productos.
Uno de los aumentos es por el impuesto a la transferencia de los combustibles (ITC), cuya tasa dispone el ministerio de Hacienda; y la otra es por el componente de biocombustibles. Ese importe lo decide el Poder Ejecutivo y también se incrementará un 1%.
Por dichas modificaciones, la nafta súper sufrirá el alza de un 2.5%, mientras que la «premium» escalará 2,13%. El gasoil trepará 1,7% en el de mayor categoría y 1,4% en gasoil común.
Si bien las compañías suponían que el incremento entre septiembre y diciembre rondaría el 10%, ahora estiman que hasta fin de año no podrá bajar del 20%, aun con el supuesto que el tipo de cambio retroceda y no se quede en los niveles actuales.
Según consigna Clarín, fuentes oficiales y del sector explican que el Gobierno busca frenar cualquier aumento relacionado con la corrida cambiaria.